Este tipo de tratamiento es posible en tanto prevalezca un vínculo de tinte amoroso y haya deseo de reparación de los aspectos conflictivos a nivel vincular. El abordaje conjunto es adecuado en los casos en los que los aspectos conflictivos están intersubjetivamente determinados. Es decir, cuando se entiende que aquello que hace un miembro de la pareja determina o tiene consecuencias en el comportamiento del otro miembro de la pareja. El dispositivo de pareja implica poder localizar en el discurso conjunto, el funcionamiento conflictivo en el vínculo, siendo configurado entre dos. Por lo tanto, implicará analizar el decir, el actuar y las influencias que tienen en el vínculo de pareja. Este tipo de tratamiento tiene un encuadre localizado en los enlaces entre el funcionamiento vincular y las posiciones subjetivas individuales. Así, el trabajo tendrá que ver con esclarecer las interdeterminaciones, las alianzas inconscientes que configuran las escenas conflictivas teniendo a ambos miembros de la pareja como participantes. El objetivo de este tipo de abordajes conlleva el arribar a la comprensión de lo que acontece, aportando en la posibilidad de pensar la situación y decidir sobre ella.
La terapia psicoanalítica puede abordar una variedad de problemáticas de pareja, incluyendo:
- Comunicación deficiente: Ayuda a las parejas a mejorar la comunicación, aprender a expresar sus sentimientos y necesidades de manera efectiva y a escuchar activamente a su pareja.
- Conflictos recurrentes: Aborda los conflictos que surgen repetidamente en la relación, identifica las dinámicas subyacentes y ayuda a las parejas a encontrar formas constructivas de resolver problemas y llegar a acuerdos.
- Problemas de intimidad y conexión emocional: Trabaja para fortalecer la conexión emocional y la intimidad entre las parejas, ayudándolas a comprender y satisfacer las necesidades emocionales del otro.
- Dificultades sexuales: Explora las preocupaciones, conflictos o disfunciones sexuales en la relación, proporcionando un espacio seguro para discutir temas relacionados con la intimidad sexual y buscar soluciones.
- Desacuerdos sobre roles y responsabilidades: Ayuda a las parejas a negociar y establecer roles y responsabilidades equitativos en la relación, abordando los desacuerdos sobre el trabajo doméstico, las finanzas y otras áreas de la vida cotidiana.
- Cambios en la relación debido a eventos externos: Aborda los desafíos que surgen en la relación debido a eventos externos como la llegada de hijos, cambios laborales, mudanzas o enfermedades, ayudando a las parejas a adaptarse y crecer juntas.
- Crisis de confianza y celos: Trabaja para reconstruir la confianza y abordar los problemas de celos o desconfianza que pueden surgir en la relación, explorando las causas subyacentes y promoviendo la seguridad emocional.
En resumen, la terapia psicoanalítica puede ser beneficiosa para las parejas al proporcionar un espacio seguro para explorar y comprender los aspectos más profundos de su relación, mejorar la comunicación, resolver conflictos y fortalecer la conexión emocional e intimidad.