La adolescencia es una etapa signada por cambios estructurales, motivo por el cual, también es una época caracterizada por el desequilibrio y la inestabilidad.  La adolescencia implica fundamentalmente el atravesar procesos de duelo, es decir de pérdida, con la correspondiente asunción de lo nuevo.

Pueden contarse tres grandes duelos propios de esta etapa vital (Aberastury, knobel, 1984). El duelo por el cuerpo infantil a un cuerpo sexuado. La pérdida del rol infantil, al ensayo de roles ligados a la juventud. El duelo por el lugar y la imagen que ocupan los padres de la infancia, dando espacio hacia la generación de vínculos más horizontales.

Tales cambios acarrean conductas que suelen ser conflictivas para los adolescentes y su entorno. En este período, se suelen desplegar conductas y manifestaciones, que de aparecer en otra época de la vida, podrían ser planteadas como manifestaciones patológicas (Aberastury, knobel, 1984). Por otro lado, debido a la fragilidad psíquica en la que se encuentran los adolescentes, a razón de los cambios que deben enfrentar, suelen aparecer en esta época vital fenómenos que revisten gravedad.

Ante esas manifestaciones, los adultos suelen quedar desorientados y los adolescentes suelen carecer de un  ámbito que permita cierta elaboración de la conflictividad por la que atraviesan. En este sentido, el tratamiento tiene como principal actor al adolescente, quien ya dispone de herramientas que le permiten reflexionar y pensar sobre su sufrimiento. El trabajo con los padres tendrá que ver con la orientación y colaboración en la comprensión de la sintomatología que el adolescente presenta.

La psicoterapia psicoanalítica puede abordar una variedad de problemáticas psicológicas propias de la adolescencia, incluyendo:

  1. Identidad y autoestima: Ayuda a los adolescentes a explorar y comprender su identidad, a desarrollar una imagen positiva de sí mismos y a manejar los desafíos relacionados con la autoestima.
  1. Cambios emocionales: Ayuda a los adolescentes a comprender y manejar cambios emocionales intensos, como la ansiedad, la depresión, la ira o la confusión emocional.
  1. Relaciones interpersonales: Explora las relaciones con la familia, amigos, parejas románticas y otras figuras importantes, ayudando a mejorar la comunicación, resolver conflictos y establecer límites saludables.
  1. Desarrollo sexual: Proporciona un espacio seguro para que los adolescentes exploren preguntas, preocupaciones y conflictos relacionados con la sexualidad y la identidad de género.
  1. Desarrollo cognitivo: Facilita el desarrollo del pensamiento crítico, la toma de decisiones y la resolución de problemas, ayudando a los adolescentes a enfrentar los desafíos académicos y profesionales.
  1. Independencia y autonomía: Ayuda a los adolescentes a desarrollar habilidades de autocontrol, responsabilidad y autonomía, preparándolos para la transición a la edad adulta.
  1. Duelos y pérdidas: volvemos a subrayar tres grandes duelos propios de la adolescencia.  El duelo por el cuerpo infantil a un cuerpo sexuado. El duelo por el rol infantil, al ensayo de roles ligados a la juventud. El duelo por el lugar y la imagen que ocupan los padres de la infancia, dando espacio hacia la generación de vínculos más horizontales

En resumen, la psicoterapia psicoanalítica puede ser beneficiosa para los adolescentes al proporcionar un espacio seguro para explorar y comprender sus pensamientos, emociones y comportamientos, y trabajar hacia una mayor salud mental y bienestar emocional.