Lectura sobre la relación del psicoanálisis con la ciencias desde J. C. Milner. (1)
Vanina De Simone.
Lic. en Psicología.
Magister en Psicoanálisis.
Para entender cuál es la relación entre el psicoanálisis y la ciencia tomaremos las interpretaciones y construcciones que realiza J. C. Milner en su libro La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofía (1996). En el preludio, el autor explica que entre el doctrinal lacaniano y la ciencia existe una conexión singular que hace que la ciencia sea esencial para la existencia del psicoanálisis. Aclárese que no por ello la ciencia se sostiene como ideal para el psicoanálisis. El sujeto freudiano, en la medida en que es intrínsecamente moderno, no podría ser otro que el sujeto cartesiano. Milner (1996) enuncia que el psicoanálisis no se concibe sin la saturación que opera la ciencia moderna. También afirma que la emergencia de la ciencia galileana hizo posible al psicoanálisis. Entonces la relación que mantiene el psicoanálisis con la ciencia es de sucesión y corte. La lectura que propone el doctrinal lacaniano incluye al operador o discriminante de K. Popper que también aparece en A. Koyré, a saber: sólo hay una ciencia de lo contingente ya que sólo una proposición contingente es refutable. Según Milner (1996), Lacan también se inscribe en esta idea, a su vez explica que el sujeto sobre el que opera el psicoanálisis siendo este un correlato de la ciencia moderna, es un correlato de lo contingente. Las letras en la ciencia moderna permiten captar la contingencia. Nunca las letras podrán abolir el azar, ya que lo contingente es infinito, siempre podría ser otra cosa. Por otro lado, toda letra es contingente en sí misma, ya que no hay razón para que sea como es o diferente de lo que es. Si la ciencia es ciencia de lo contingente, es una ciencia de la incertidumbre, de la infinitud de posibilidades. A su vez, es ciencia de lo que se fija en un punto, que algo es como es y no puede ser diferente de lo que es, hasta nuevo aviso. Lo imposible no es contradictorio con la contingencia, sino que es su núcleo más real. El movimiento de la ciencia es de avance, sin posibilidad de retroceso, esta es su condición. Una vez que las letras han fijado un punto de diferencia, han cumplido su función. Se impone la exclusión y el olvido de la contingencia que la autorizó. “Lacan llama sutura a lo inoportuno de ese retorno de lo contingente. La radicalidad del olvido es lo que Lacan llama forclusión.” (Milner, 1995, p. 66) La contingencia puede establecerse como sinónimo del infinito, de posibilidades. Este infinito es intrínseco al universo por lo que Milner establece la tesis de que lo propio del universo es la infinitud, la finitud no es parte ni del universo ni de los objetos del universo. El sujeto no es el objeto universo pero sí es parte, por lo que estas características también le son propias. Milner retoma la frase “Dios es inconsciente.” (Lacan, 1964, p. 23) y la interpreta diciendo que el inconsciente testimonia la inexistencia de cualquier cosa fuera del universo. La dificultad es con respecto al narcisismo, que se funda en la excepción para uno mismo. La inexistencia de estas acepciones es parte de una afirmación del universo. El inconsciente dice no a la conciencia de sí mismo, como parte de la excepción. Se puede reconocer la doctrina cartesiana en lo siguiente: los recortes, lo finito, se explican por lo infinito.
Lo finito surge por el corte y la definición de algo, siempre desde lo infinito. La conciencia se explica así por el inconsciente y no al revés. A demás, hace una lectura del término Unheimlich, lo define aclarando que no es lo inverso de lo familiar, sino lo familiar parasitado, impregnado por lo disperso, lo infinito. Lo infinito en la ciencia también retorna sobre lo finito, mostrando que algo puede ser diferente de lo que es. El inconsciente parasita lo consciente mostrando que puede ser diferente de lo que es. Milner aclara que el inconsciente, en el fondo, es una doctrina del universo infinito y contingente. Por esta vía también se comprende la doctrina de la muerte y la sexualidad en el psicoanálisis. La escritura sobre la sexualidad refiere a un todo infinito afectado por delimitaciones finitas. La letra tiene la función de expresar lo que es, que algo es y que no puede ser diferente de lo que es, sin dejar de estar parasitada por el infinito que es lo inconsciente, que marca que algo siempre puede ser diferente.
Bibliografía.
Lacan, J. (1964). El seminario XI Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós. 2012.
Milner, J.C. (1996). La obra clara. Lacan, la ciencia, la filosofía. Buenos Aires: Manantial.
(1) Notas.
El presente artículo está basado en un extracto del siguiente trabajo: De Simone V. (2017). La nominación en la enseñanza del psicoanálisis de J. Lacan. (Tesis de Maestría en Psicoanálisis) Universidad Nacional de Rosario, Facultad de Psicología.